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Celebración de la Pascua de Laura Vicuña
- Por Sor Susana Diaz
- En: Noticias provinciales
- Publicado 23 Ene 2014
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"Laurita Vicuña, encontró a Jesús, - y en él - el secreto más fecundo de la vida", una de las frases que pronunció el Arzobispo de Santiago, monseñor Ricardo Ezzati, en su visita al Santuario de la beata Laura Vicuña en la comuna de Renca, con motivo de la celebración de su pascua acontecida un 22 de enero de 1904.
Hasta el lugar, ubicado en la cumbre de un cerro, llegaron familias, niños, jóvenes, religiosos y religiosas, quienes participaron de la Eucaristía, presidida por el pastor de la Iglesia de Santiago, y concelebrada entre otros, por el Vicario de la Zona Norte, pbro. Rafael Hernández, y el provincial de la Congregación Salesiana, padre Alberto Lorenzelli.
"En la joven Laura, el amor a Jesús se hizo cada vez más grande, auténtico y real", dijo el Arzobispo de Santiago en su homilía. Monseñor Ezzati resaltó la estrecha relación de Laura Vicuña - a pesar de su corta edad - con el amor de Dios. "Es ese amor el que es capaz de descubrir que la providencia amorosa de Dios es más grande que cualquier dolor que uno puede encontrar", afirmó.
"El amor a Dios es lo que llenaba su vida de significado y de belleza, incluso enfrentado la cruz. El amor a Dios es el fundamento de todo amor humano. Donde hay amor a Dios hay capacidad de entrega y sacrificio", manifestó el Pastor que el próximo 22 de febrero será creado cardenal.
"El amor al prójimo lo encontramos hecho vida concreta en Laura Vicuña", señaló el Arzobispo a la asamblea congregada en una carpa especialmente dispuesta.
En la misa, participó también un grupo de adolescentes que acostumbra subir al cerro en sus patinetas. Los jóvenes agradecieron y pidieron la intercesión de Laurita Vicuña por uno de sus amigos. Al finalizar , se fotografiaron entusiastas con monseñor Ricardo Ezzati.
La historia de la beata chilena
Nacida en Santiago, Laura Vicuña pasó su niñez temprana en el sur de Chile. Posteriormente, su madre se trasladó a Argentina, donde la niña inició una estrecha relación con la fe, a través de la congregación Hijas de María Auxiliadora.
En esa misma época sufrió la violencia intrafamiliar por parte de la pareja de su mamá quien, además, intentó abusar de ella. Su muerte se produjo a los 12 años, posterior a la promesa de entregar su vida a cambio de la salvación de su madre, quien se encontraba alejada de la fe.
"La cumbre más alta de la experiencia de amor fue la de ofrecer a Dios su propia vida para que la persona que ella más amaba pudiera encontrar el camino a la vida plena. Amó, como Jesús, hasta dar la vida", expresó el Arzobispo de Santiago durante la homilía.
La causa de beatificación de Laura Vicuña se introdujo en 1982. En 1986, la Iglesia reconoció oficialmente sus virtudes y la declaró venerable. Fue beatificada el 3 de septiembre de 1988 por el Papa Juan Pablo II.
Testimonios:
Hermana Aurelia Rossi, provincial de las Hijas de María Auxiliadora: "Lo más importante es que estamos celebrando a una joven santa que nos invita a todos a la santidad. Sentimos un llamado especial con su testimonio".
Francia Varas: "Participo porque venimos a pedir por un vecino que está grave, tenemos mucha fe en Laurita".
Mireya Molina: "Nosotros vivimos cerca, siempre hemos confiado en su intercesión, creemos en su santidad".
Hermano Oney Amaya, religioso de los Clérigos de la Madre de Dios: "Es un gran testimonio. Nosotros, al igual que ella, debiéramos ofrecer nuestra vida por los demás".
Fuente: Comunicaciones Iglesia de Santiago
www.iglesiadesantiago.cl
Galería fotográfica (Fuente Iglesia de Santiago)