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La familia, escuela de comunicación
- Por Sor Susana Diaz
- En: Noticias provinciales
- Publicado 27 Ene 2015
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El mensaje del Santo Padre para la 49ª Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales tiene por tema "Comunicar la familia: ambiente privilegiado del encuentro en la gratuidad del amor". En un contexto de grande y profunda reflexión eclesial" y de un "proceso sinodal" que culminará en el próximo octubre con el Sínodo ordinario, el Papa Francisco indica la familia como un "punto de referencia" para la Jornada que se celebra en muchos Países por recomendación de los Obispos del mundo, el domingo que precede a Pentecostés (17 de mayo) de 2015).
El tema de la familia recuerda otros mensajes: en 1969 con Pablo VI y con cuatro veces con Juan Pablo II (1979, 1980, 1994, y 20049, sin embargo con una nueva perspectiva y decididamente antropológica. "Comunicar la familia" no es "hacer" algo, sino "ser". La comunicación no es una acción que se añade a la vida, sino que es la vida misma: un entrar en contacto, un tocarse.
De hecho explica el Pontífice- «la familia es el primer lugar donde aprendemos a comunicar. Volver a este tiempo inicial nos puede ayudar mucho a hacer la comunicación más auténtica y humana, como a mirar la familia desde un nuevo punto de vista».
El marco es el icono evangélico de la visita de María a Isabel, episodio que nos muestra la comunicación como un diálogo que se entrelaza con el lenguaje del cuerpo. «El seno que nos alberga subraya el Pontífice- es la primera 'escuela' de comunicación. Hecha de escucha y de contacto corpóreo, donde empiezan a familiarizarse con el mundo externo en un ambiente protegido y al sonido tranquilizador del latir del corazón de la madre».Y después de llegar al mundo permanecemos en un cierto sentido en un 'seno', que es la familia. Un regazo hecho de diversas personas , en relación».
El Papa retoma la Evangelii gaudium, donde se afirma que la familia es el "lugar donde se aprende a convivir en la diferencia". El Papa Bergoglio quiere decir que los desencuentros a los que asistimos no son debidos tanto a las diferencias como a la fingida abstracción en la que se basan. La teórica confrontación de ideas olvida la sustancia de la comunicación: ocasión y riesgo de romper o crear vínculos entre persona reales. Por esto la familia no es un objeto de comunicación sino modelo: es el lugar por excelencia donde la diversidad de géneros y generaciones se encuentran y lo pueden hacer precisamente en virtud de vínculos entre las personas que forman parte de ella.
En esta misión comunicativa de las familias, el Papa encuentra después también espacio para los medios sociales y las nuevas tecnologías. Bergoglio, que en agosto pasado había recomendado no perder tiempo con el chat en internet y los teléfonos, admite que los media más modernos sobre todo para los jóvenes ya son irrenunciables y subraya que también pueden ayudar la comunicación en familia y entre familias. La favorecen, dice, «si ayudan a explicar y compartir, a permanecer en contacto con los lejanos, a agradecer y pedir perdón, a hacer siempre posible el encuentro». Pero, advierte el pontífice, pueden también obstaculizarla, si se convierten en «una forma de sustraerse a la escucha, de aislarse de la presencia física, con la saturación de cada momento de silencio y espera».
He aquí pues el desafío: «Reaprender a explicar, no simplemente producir y consumir información. Ésta es la dirección hacia la que nos empujan los potentes y preciosos medios de la comunicación contemporánea. La información es importante pero no basta, porque con demasiada frecuencia simplifica, contrapone las diferencias y las diferentes visiones pidiendo decantarse por una o por otra antes que favorecer una mirada de conjunto».
Por consiguiente la familia en el centro
Conscientes de que «la familia más hermosa, protagonista y no problemática, es la que sabe comunicar, partiendo del testimonio, la belleza y la riqueza de la relación entre hombre y mujer, y la de padres entre hijos».
Texto completo: http://w2.vatican.va