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JORNADAS DE ESPIRITUALIDAD DE LA FAMILIA SALESIANA
- Por Super User
- En: Ámbito Familia Salesiana
- Publicado 21 Ene 2021
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PARA QUE LOS JÓVENES DEL MUNDO PUEDAN DECIR: “YO TENGO UNA FAMILIA QUE ME QUIERE, SE LLAMA FAMILIA SALESIANA”
Concluyó la versión 39 de las Jornadas de Espiritualidad de la Familia Salesiana con la celebración de una Eucaristía presidida por el Rector Mayor, P. Ángel Fernández Artime. Parafraseando al P. Pascual Chávez realmente fue un acontecimiento del Espíritu que animó, acompañó y emocionó a miles de integrantes de la Familia Salesiana de todo el mundo que participaron con alegría y entusiasmo en un evento organizado con cariño por tantos para mejorar nuestro servicio a los jóvenes.
El compromiso ahora es, movidos por la esperanza que se nutre de la fe, hacer propio lo aprendido, ser fieles al Espíritu, y contextualizar todo aquello que compartimos a nivel mundial en la realidad regional, inspectorial y local en la que prestamos nuestro servicio a los jóvenes, a las familias, a los más pobres y débiles, como parte de la Iglesia y la Familia Salesiana y con la riqueza de los grupos a los que pertenecemos. Estamos llamados a continuar este hermoso camino de comunión.
El primer día, el Rector Mayor presentó el Aguinaldo 2021 y nos expresó que la Pandemia terminará, pero seguirán vigentes tantas otras pandemias que asolan permanentemente al mundo como el hambre y las migraciones, que provocan un profundo sufrimiento en cientos de millones de pobres, débiles y descartados. Como consecuencia de ello enfatizó, una vez más, que “nuestra fidelidad al Señor pasa por los pobres”, que “nuestra fidelidad a Don Bosco” es estar con los que sufren”.
El obispo italiano Derio Olivero nos habló de la esperanza, núcleo del Aguinaldo de este año, señalando que es un tema poco presente en nuestra cultura. Lo habitual es que vivamos “sin saber a dónde vamos” y la esperanza que da sentido a la trascendencia se reduce a un sentimiento que nace de la voluntad, el esfuerzo y la creatividad individual, incapaz de confiar en algo o en alguien que este fuera de la persona. Subrayó que la “esperanza” tiene su origen en Dios, de nuestra fe en Él “brota la esperanza, la cual no nos desengaña, pues ya tenemos el amor de Dios derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos concedió” (Rom. 5-5).
En su intervención, P. Luis Timossi, acompañado por los integrantes de la Comunidad San José Caffasso que dirige del Centro Salesiano de Formación Permanente América, nos expresó que el Espíritu Santo inspira el carisma en el corazón de Don Bosco y de María Mazzarello para los jóvenes. Hoy, en todo el mundo, ellos descubren el amor de Jesús y de María a través de la Familia Salesiana entendiendo que sus integrantes son mediadores y no dueños del carisma que nació en Valdocco. Luego aseveró que en la actualidad el “oratorio” no es necesariamente un lugar, más bien es un “espacio teológico” en el que nos esforzamos por “ser signos y portadores del amor de Dios a los jóvenes, en especial a los más pobres”. Finalmente señaló que, en ese momento, los participantes de América en las Jornadas de Espiritualidad, alcanzaban a más de cuatro mil y, concluyó que los oratorios en nuestro continente debían ser, al menos, más de cuatro mil dispuesto a escuchar y a acompañar a los jóvenes.
Durante el viernes tuvimos la oportunidad de hacer un tour virtual a la “Casa Museo Don Bosco de Valdocco, lugar donde germino el carisma y, se manifestó en simiente, la Familia Salesiana.
Abundantes y emocionantes fueron los testimonios del servicio de la Familia Salesiana en diferentes lugares del mundo, como también lo fueron las presentaciones de la identidad de algunos de los 32 grupos que viven la comunión y comparten el carisma, la espiritualidad, la misión y la vida como parte de la Familia Salesiana. No es difícil concluir que todo es obra del Espíritu Santo.
Un agradecimiento a todos los que participaron de Chile, un paso más en este camino paciente de conocernos como familia formándonos juntos; a Sor Marianela Sánchez, Delegada Inspectorial FMA para la Familia Salesiana que coordinó nuestra participación como provincia salesiana; a todos quienes intervinieron a nivel mundial y continental; y, por supuesto, al P. Ángel Fernández y al P. Joan Lluis Playá, Delegado del Rector Mayor para la Familia Salesiana. Sentimos su presencia animadora durante estos días.
