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Encuentro Mundial de Formadoras FMA
- Por Andrea Robles
- En: Noticias provinciales
- Publicado 03 Dic 2024
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Roma (Italia). Del 10 al 24 de noviembre de 2024 en Roma, en la Casa General del Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, se celebró el Encuentro Mundial de Formadores sobre el tema "Ser formadores hoy: cómo acompañar y personalizar la formación activando nuevas formaciones procesos".
Por primera vez en la historia del Instituto, sesenta y dos formadoras FMA de las etapas de Aspirantado/Período de Verificación y Orientación y Postulantado, procedentes de los cinco continentes, se reunieron para reflexionar, compartir y fortalecer la "red" con el Centro de Instituto, promoviendo un estilo de colaboración a nivel de conferencias interprovinciales y entre provincias.
Estas interacciones son una elección a seguir, profundamente carismática y la base de un trabajo eficaz, ya que la formación experiencial requiere continuidad y compromiso compartido. Una sinergia donada y posible gracias al apoyo espiritual y activo de las comunidades de origen de las hermanas llegadas a Roma desde todos los rincones de la misión vocacional salesiana.
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Nuestra Inspectoría San Gabriel Arcángel de Chile (CIL) estuvo representada por sor Doménica González, Directora de la casa del Aspirantado y Postulantado. Sor Doménica nos comparte que “ha sido una oportunidad para reflexionar, compartir e intercambiar experiencias acerca del acompañamiento formativo en las diversas realidades de nuestro Instituto y, al mismo tiempo, una valiosa instancia carismática para unificar la mirada entorno a los criterios que deben estar la base de aquello que, como comunidad formadora, proponemos a las jóvenes en las etapas de Aspirantado/Postulantado”.
“Me siento muy agradecida de la Inspectoría, por esta posibilidad formativa, y sobre todo, por poder interactuar con las integrantes del ámbito de Formación y con las formadoras de las diversas casas del Instituto” finalizó sor Doménica. (Sigue)
El encuentro
El encuentro comenzó con una solemne apertura y presentación por parte de la Consejera General para la Formación, Sor Nilza Fátima de Moraes y las hermanas del Sector. Con tanta dedicación, energía y competencia, los formadores se sintieron acompañados en cada paso de este viaje. La Superiora General, Madre Chiara Cazzuola, y las Consejeras Generales, las ponentes y las traductoras se movilizaron para ofrecer sus contribuciones formativas con gran competencia y de diversas maneras, suscitando una gran gratitud.
Los objetivos de esta formación, que incluían una reflexión sobre la formación actual, redefinirla para afrontar los desafíos de un mundo que cambia rápidamente, fueron presentados desde el principio y, con el paso de los días, el carácter extraordinario de la formación tomó forma y se manifestó. momento vivido en la sala capitular, gracias a los contenidos de los distintos ponentes, a las Buenas Noches de Madre Chiara, de la Vicaria General, Sor María del Rosario García Ribas, y de las Consejeras presentes.
Los objetivos pretendían también fortalecer las capacidades formativas de los líderes de los aspirantes y postulantes, a la luz de las orientaciones del CG XXIV y de las nuevas necesidades emergentes, subrayando la importancia de una formación personalizada desde el inicio del camino.
Se puso énfasis en la "comunidad" como lugar acogedor y generativo, capaz de acompañar y hacer crecer las vocaciones. Se animó a los formadores a trabajar en comunión con todos los miembros de la comunidad a nivel local y a trabajar en red a nivel de Instituto, Familia Salesiana e Iglesia.
Durante las dos intensas semanas, los participantes tuvieron la oportunidad de repensar, orar juntos y compartir experiencias para fortalecer su misión formativa. “Así como en aquel encuentro entre mujeres nació un diálogo, un nuevo y fecundo canto, así también nació una nueva relación entre nosotras participantes, una nueva manera de formarnos para preservarnos y crecer para estar presentes y crear una mentalidad compartida. que no alinee sino que ayude a cada uno a configurarse con Cristo”, afirmó una de las formadoras.
Los temas centrales del encuentro incluyeron el discernimiento y el acompañamiento formativo, la comunidad formativa y los aspectos fundamentales para el desarrollo humano y el crecimiento espiritual, con María como modelo. Entre las iluminaciones, se brindaron orientaciones sobre los abusos en la vida religiosa, contribuyendo a una mayor conciencia sobre este aspecto controvertido, que recientemente ha surgido con gran relevancia. Los contenidos de las intervenciones representaron verdaderamente una gran riqueza, que dejó a los participantes con la certeza de ser, como formadores y a pesar de sus fragilidades, instrumentos en manos del Señor y personas capaces de dejarse formar por el Espíritu para llegar a ser adultos. en la fe.
La misión última es, por tanto, ayudar a los jóvenes en formación a responder generosamente a la llamada del Señor. Acompañarlos requiere disponibilidad, generosidad, apertura y confianza, reconociendo que es un camino cotidiano, nunca alcanzado del todo. Los momentos de diálogo con los ponentes estuvieron mediados por la plataforma "Slido" donde quien lo considerara necesario pudo formular preguntas libremente.
¿Qué tarea queda?
La tarea de los formadores es vista como un don de amor que requiere humildad y una petición continua de ayuda al Espíritu Santo, centrándose en la realidad de cada joven en el camino hacia la madurez. Además, esta tarea se comparte dentro de una comunidad, donde los formadores no trabajan solos. Se reconoce la importancia de las diferentes instancias de formación y la necesidad de contar con un equipo formador estable, calificado y motivado, en los distintos niveles del Instituto.
La formación y la formación juntas representan un gran activo, pero también hay dificultades que afrontar para crear condiciones favorables a una formación abierta al futuro, capaz de interactuar y gestionar el cambio. Ser una "presencia" que educa implica una relación personal, que sólo puede darse a través del contacto humano, imposible de sustituir con técnicas. Como formadores salesianos vivimos el sistema preventivo a través de una presencia pedagógica que promueve el crecimiento integral de los jóvenes.
En la segunda semana, el grupo viajó a lugares de origen carismático: Turín, Nizza Monferrato y Mornese. En estos lugares, el grupo de formadores tuvo la alegría de ser guiados con enseñanzas competentes sobre el fundador Don Bosco y sobre la cofundadora Madre María Dominica Mazzarello. Esto provocó momentos de oración silenciosa y reflexión, para desarrollar una síntesis personal. La oportunidad de encontrarnos frente a María Auxiliadora, de conversar con Ella sobre tantas cosas guardadas en nuestros corazones, en particular pedir ayuda para las comunidades de formación, las Inspectorías y los jóvenes en formación, pasar tiempo con Don Bosco y Madre Mazzarello, constituyeron oportunidades para recargar y renovar nuestro amor por el carisma.
Al concluir el encuentro, el clima general estuvo impregnado de un sentimiento de gratitud hacia el Instituto, que hizo posible organizar los encuentros/asambleas y la peregrinación a los lugares salesianos. Agradecimos a la Comunidad María Auxiliadora de la Casa Generalicia por haber adaptado sus programas, acogiendo y sirviendo con alegría a las hermanas. Todos los formadores expresaron su agradecimiento por la oportunidad de vivir la formación y crecer juntos, fortaleciendo los lazos de pertenencia a la Iglesia y al Instituto.
Estos momentos vividos en grupo dejaron claro que donde hay formación, hay futuro. “¡Es hora de reavivar el fuego”! El camino continúa confiando en la presencia de la Gracia, para que lo iniciado en estos días sea fructífero en el hoy concreto de cada participante, y semilla de un futuro vocacional para el bien de las jóvenes que se sienten llamadas a ser 'mujeres'. de Dios' en la misión salesiana, para el bien de la Iglesia y del mundo.
Fuente: cgfmanet.org / Comunicaciones fmachile
Fotos: Flickr FMA