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Una comunidad anclada en Cristo: Colegio María Auxiliadora de Valparaíso Celebró Triduo 2025

Del 26 al 28 de marzo, la comunidad educativa del Colegio María Auxiliadora de Valparaíso vivió con entusiasmo y profundidad el Triduo 2025, bajo el aguinaldo “Anclados en la esperanza, peregrinos con los jóvenes”. Tres días marcados por la espiritualidad, la reflexión y la alegría compartida, que permitieron fortalecer la identidad salesiana y renovar el compromiso de avanzar unidos, siempre anclados en Cristo, esperanza que no desilusiona. Este tiempo especial permitió redescubrir el espíritu misionero y renovar el compromiso de ser testigos del amor de Dios en la vida cotidiana. (Continuar leyendo)

 

Desde el primer día, la comunidad se dispuso a vivir el triduo con un corazón abierto y agradecido. La jornada inició con un Buenos Días que invitó a todos a sumergirse en la presencia de Dios, recordando que su amor nos abraza como las olas del mar. Luego, las animadoras guiaron momentos formativos en cada curso donde se profundizó en el Aguinaldo 2025, reflexionando sobre la certeza de que Cristo es nuestra ancla segura en medio de los desafíos. La alegría también estuvo presente en los recreos, donde se realizaron actividades recreativas como bailes y pintacaritas, llenando de color y alegría los espacios compartidos.

La segunda jornada estuvo dedicada a la celebración del Jubileo 2025 como un peregrinaje hacia Cristo, se destacó la importancia de afrontar lo cotidiano con esperanza, paciencia y compromiso activo con los demás. Durante la oración, se elevaron intenciones guiadas por distintos cursos, simbolizando la unión y el compromiso con diversas realidades del mundo.

El tercer día culminante se vivió con una experiencia significativa para todo el colegio. La comunidad educativa se embarcó en lanchas para recorrer la bahía de Valparaíso, en un acto cargado de simbolismo y espiritualidad. Ya en el mar, todas las lanchas se encontraron para compartir un momento profundo de oración y agradecimiento. Rodeados por la inmensidad del mar y unidos como comunidad, elevaron plegarias que reafirmaron la certeza de que “la esperanza que nos sostiene nunca se desvanece, porque está puesta en quien nunca falla”.

Este Triduo fue una instancia valiosa para renovar el compromiso con la misión salesiana, asumiendo el llamado a ser misioneros de la vida con un corazón generoso y agradecido. Inspirados por el carisma recibido, la comunidad se comprometió a ser signo de esperanza para quienes los rodean, siempre anclados en Cristo.

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Fuente: Ecos Maux Valparaíso